“El pen­sa­mien­to es la semi­lla de la acción” (Ralph Wal­do Emer­son)

José Ramón Luna Cer­dán

Los resul­ta­dos que con­si­gues depen­den de tus accio­nes. En fun­ción de cómo actúas, las cosas te van bien, mal o regu­lar. No son tus inten­cio­nes, tus pen­sa­mien­tos o lo que dices que vas a hacer los fac­to­res que te dan el resul­ta­do. Son tus accio­nes. Si haces las cosas bien, resul­ta­dos bue­nos. Si no lo haces tan bien, resul­ta­dos malos. Has­ta aquí esta­mos de acuer­do, ¿ver­dad?.

Sin embar­go, lo cier­to es que “cómo haces las cosas” depen­de casi siem­pre de cómo te encuen­tras en cada momen­to, de cuál es tu esta­do de áni­mo. Hay días y momen­tos gri­ses en los que tu nivel ener­gé­ti­co baja y “no estás para nada”. ¿Qué tal actúas en estos momen­tos?, ¿cómo haces las cosas que tie­nes que hacer?. Segu­ra­men­te tu res­pues­ta es “mal” o, al menos “no todo lo bien que a mí me gus­ta­ría”. Y cla­ro, como no haces las cosas bien, tus resul­ta­dos no son bue­nos. Por tan­to, podría­mos decir que, en cier­ta medi­da, tus resul­ta­dos depen­den tam­bién de cómo te sien­tes en cada momen­to.

Y damos un paso más hacia aden­tro. La for­ma en que te sien­tes cada día y en cada momen­to depen­de de cómo per­ci­bes la vida, el entorno, los acon­te­ci­mien­tos. Depen­de de cómo pien­sas. Te pon­dré un ejem­plo:

En épo­cas de cri­sis como la que esta­mos vivien­do, las cosas se ponen más difí­ci­les en gene­ral para la acti­vi­dad y ven­ta. Los comer­cia­les ven cómo el entorno cam­bia, la com­pe­ten­cia aumen­ta y los poten­cia­les clien­tes ponen más barre­ras que nun­ca hacia la com­pra.

Sin embar­go, esta situa­ción de cam­bio e incer­ti­dum­bre es per­ci­bi­da de mane­ra dife­ren­te por cada uno de los muchí­si­mos ven­de­do­res que salen cada día al mer­ca­do. Hay algu­nos para los que la situa­ción supo­ne una ame­na­za cons­tan­te, un ver­da­de­ro dra­ma. Esta per­cep­ción les hace sen­tir mal y les baja la ener­gía. El des­áni­mo y la moti­va­ción hacen acto de pre­sen­cia. Al sen­tir­se mal y no estar ple­nos de ener­gía, no dan lo mejor de ellos mis­mos cuan­do hacen las cosas. No pla­ni­fi­can, no se orga­ni­zan, no mues­tran el entu­sias­mo nece­sa­rio, no con­ven­cen. En defi­ni­ti­va, no hacen las cosas bien y al no hacer las cosas bien, los resul­ta­dos que con­si­guen son malos.

Sin embar­go, en el mis­mo entorno, hay comer­cia­les que per­ci­ben la situa­ción de una mane­ra menos trau­má­ti­ca. Son cons­cien­tes de las difi­cul­ta­des y de los cam­bios pero saben que son par­te de las reglas del jue­go y, por tan­to, no les afec­ta tan­to. Al no afec­tar­les tan­to, no se sien­ten mal y, en con­se­cuen­cia, actúan mejor cada día. No les ha baja­do la ener­gía y su esta­do de áni­mo no se con­vier­te en un enemi­go. Sus accio­nes son mejo­res y los resul­ta­dos que con­si­guen tam­bién.

Está cla­ro enton­ces que la for­ma en que per­ci­bes las cosas inci­de nota­ble­men­te en tus resul­ta­dos.

Uno de los secre­tos de una “men­te gana­do­ra” orien­ta­da hacia el éxi­to y los gran­des resul­ta­dos es con­tro­lar pre­ci­sa­men­te esta cade­na: pen­sa­mien­tos, esta­dos de áni­mo y accio­nes. Los pen­sa­mien­tos con­di­cio­nan los esta­dos de áni­mos y estos las accio­nes. A par­tir de las accio­nes se con­si­guen los resul­ta­dos. Esta es una de las bases del Alto Ren­di­mien­to Pro­fe­sio­nal.

Para mejo­rar tus resul­ta­dos de hoy, tie­nes que lle­gar a ana­li­zar tus pen­sa­mien­tos, la for­ma en la que per­ci­bes las cosas. Fíja­te en cómo es tu esta­do de áni­mo y has­ta qué pun­to es tu for­ma de enten­der las situa­cio­nes lo que con­di­cio­na este áni­mo. Fíja­te en lo que te des­ani­ma y valo­ra si podrías con­se­guir ver­lo de otra mane­ra para que te haga menos daño. Rela­ti­vi­za los pro­ble­mas. Cam­bia lo que no te con­ven­za, tra­ta de gene­rar nue­vas opcio­nes, plan­tea otras posi­bi­li­da­des y te sen­ti­rás con más áni­mo y ener­gía. A par­tir de aquí actua­rás mejor y tus resul­ta­dos serán mejo­res.

La cla­ve está en domi­nar a ese caba­llo sal­va­je que todos tene­mos y que en oca­sio­nes se des­bo­ca. Domi­nar a nues­tra pro­pia men­te.

José Ramón Luna Cer­dán
Socio Direc­tor
http://www.desafiocoaching.com/
jrluna@desafiocoaching.com
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