Por Julio Man­gas

¿Se pue­de sufrir “mal de altu­ra” en una empre­sa?

El mal agu­do de mon­ta­ña, lla­ma­do colo­quial­men­te mal de altu­ra, es la fal­ta de adap­ta­ción del orga­nis­mo a la esca­sez de oxí­geno debi­da a la alti­tud. Cuan­ta más alti­tud, menos oxí­geno y mayor será la inadap­ta­ción del orga­nis­mo. Pues lo mis­mo pasa en las empre­sas: a mayor altu­ra en la jerar­quía de la orga­ni­za­ción, mayor será la fal­ta de adap­ta­ción del empleado/profesional en dicho entorno.

Ya lo decía el Prin­ci­pio de Peter:

[block­quo­te variation=“black”]” En una jerar­quía, todo emplea­do tien­de a ascen­der has­ta su nivel de incom­pe­ten­cia: la nata sube has­ta cortarse”.[/blockquote]

El prin­ci­pio de Peter, for­mu­la­do hace 50 años, está basa­do en el «estu­dio de las jerar­quías en las orga­ni­za­cio­nes moder­nas», o lo que Lau­ren­ce J. Peter deno­mi­na «hie­rar­chi­ology» («jerar­quio­lo­gía»). Afir­ma que las per­so­nas que rea­li­zan bien su tra­ba­jo son pro­mo­cio­na­das a pues­tos de mayor res­pon­sa­bi­li­dad, a tal pun­to que lle­gan a un pues­to en el que no pue­den for­mu­lar ni siquie­ra los obje­ti­vos de un tra­ba­jo, y alcan­zan su máxi­mo nivel de incom­pe­ten­cia.

De todas for­mas, si alguno de noso­tros sufri­mos esta inco­mo­da situa­ción en algún momen­to de nues­tra tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal, ¿de quién sería la cul­pa?; ¿nues­tra por acep­tar dicha posi­ción? o ¿sería de nues­tro jefe que nos la ha ofre­ci­do o pro­pues­to?

De ahí que me pre­gun­te si, en algún momen­to de nues­tra carre­ra pro­fe­sio­nal pode­mos sufrir esta fal­ta de adap­ta­ción al medio. A lo lar­go de los últi­mos años he vis­to de for­ma cris­ta­li­na cómo este prin­ci­pio se cum­plía en algún direc­ti­vo de algu­na mul­ti­na­cio­nal

Os pue­do con­fe­sar que es una des­gra­cia si aca­báis sien­do dirigidos/gestionados por un direc­ti­vo que ha lle­ga­do a su máxi­mo nivel de incom­pe­ten­cia. No hay por don­de coger­lo. De hecho me recuer­da mucho a lo que ha pasa­do recien­te­men­te en Voda­fo­ne Espa­ña: ERE del 20% de la plan­ti­lla, mil emplea­dos a la calle. Resul­ta­do de una pési­ma ges­tión de su CEO que, a lo lar­go de sus 6 años y medio, no ha sabi­do defi­nir una estra­te­gia cla­ra para remon­tar el nego­cio de su filial en Espa­ña. Si veis su su carre­ra pro­fe­sio­nal en Lin­ke­din, pasa de Admi­nis­tra­dor a CEO en Voda­fo­ne Por­tu­gal, y de ahí a CEO en Espa­ña. Eso no es mal de altu­ra, es vér­ti­go empre­sa­rial!

Pero, si estu­vie­ras en una situa­ción simi­lar; ¿qué pasa­ría si te nega­ras a desem­pe­ñar un rol que está por enci­ma de tus posi­bi­li­da­des? Estás en tu pleno dere­cho de optar por no esca­lar en la com­pa­ñía por­que estás bien en la posi­ción que ocu­pas, o por­que real­men­te no tie­nes gran­des aspi­ra­cio­nes pro­fe­sio­na­les. He cono­ci­do a algu­na mujer que me ha con­fe­sa­do que sus prio­ri­da­des (vita­les, no pro­fe­sio­na­les) están en su fami­lia, sus ami­gos, su casa y sus hob­bies. Y todos sabe­mos que cuan­to más alto estés en una empre­sa menos tiem­po dis­po­ni­ble tie­nes para tus “prio­ri­da­des vita­les”. Muy res­pe­ta­ble dicha pos­tu­ra.

La segun­da deri­va­da del mal de altu­ra en la empre­sa pue­de cau­sar el Efec­to Dun­ning-Kru­ger, éste es menos cono­ci­do pero igual o peor que el ante­rior. Se tra­ta de un ses­go cog­ni­ti­vo, según el cual los indi­vi­duos con esca­sa habi­li­dad o cono­ci­mien­tos sufren un sen­ti­mien­to de supe­rio­ri­dad ilu­so­rio, con­si­de­rán­do­se más inte­li­gen­tes que otras per­so­nas más pre­pa­ra­das, midien­do inco­rrec­ta­men­te su habi­li­dad por enci­ma de lo real. Este ses­go se expli­ca por una inca­pa­ci­dad meta­cog­ni­ti­va del suje­to para reco­no­cer su pro­pia inep­ti­tud.

David Dun­ning y Jus­tin Kru­ger de la Uni­ver­si­dad de Cor­nell con­clu­ye­ron que:

[block­quo­te variation=“black”]La sobre­va­lo­ra­ción del incom­pe­ten­te nace de la mala inter­pre­ta­ción de la capa­ci­dad de uno mis­mo. La infra­va­lo­ra­ción del com­pe­ten­te nace de la mala inter­pre­ta­ción de la capa­ci­dad de los demás.[/blockquote]

Por el con­tra­rio, los indi­vi­duos alta­men­te cua­li­fi­ca­dos tien­den a sub­es­ti­mar su com­pe­ten­cia rela­ti­va, asu­mien­do erró­nea­men­te que las tareas que son fáci­les para ellos tam­bién son fáci­les para otros. Ya lo decía Dar­win:

[block­quo­te variation=“black”]La igno­ran­cia gene­ra con­fian­za más fre­cuen­te­men­te que el conocimiento[/blockquote]

Des­pués de esto, ¿has sufri­do el mal de altu­ra en algu­na de las empre­sas en las que has tra­ba­ja­do?

Julio Man­gas
Per­so­nal Mar­ke­ting Con­sul­tant
mangasman.com