España, mayo de 2023
Según indican en el sector, los grados de FP permiten ajustarse rápidamente a los conocimientos que requiere el mercado laboral
La Formación Profesional sigue asentándose en España como una referencia educativa y una gran puerta hacia el mercado laboral. Más de un millón de alumnos cursan FP, lo que supone un incremento de 500.000 personas respecto a hace tan solo diez años alcanzando 1.092.300 de matriculados según los últimos datos analizados por la escuela de diseño y artes visuales LCI Barcelona.
Una noticia positiva en áreas como la moda, cuya formación no es tan habitual pese a ser uno de los sectores de referencia dentro de la cultura española. España cuenta con grandes nombres en el panorama internacional, como pueden ser María Escoté o el popular Dominnico. Y la FP puede ayudar a potenciar este tipo de talento.
Ambos, además, estudiaron en la escuela LCI Barcelona, desde donde apuntan que “los fondos europeos van a servir para ampliar en 200.000 plazas la FP, lo que muestra la importancia para el desarrollo económico nacional”.
Un crecimiento que puede ayudar a la moda, que según datos oficiales tiene un 1,5% de empleos en la industria generados por FP. Tal es la importancia de la FP que la escuela catalana estrenará el próximo curso un CFGS en Patronaje y Moda para abrir un camino hacia el empleo del sector textil.
“La moda es un sector clave. Y ciclos de estas características abren numerosas puertas del mercado laboral que van desde el técnico patronista hasta el técnico de desarrollo de productos de confección”, subrayan en el centro, donde destacan la necesidad de enseñar a aplicar nuevas técnicas y tecnologías que han surgido y que ya hacen acto de presencia en ámbitos como la Moda.
La seguridad de la FP
Además, cabe destacar el alto nivel de contratación que existe en el sector de la FP. Según el informe Infoempleo de Adecco, el 41,3% de las ofertas laborales van dirigidas a las personas con FP. Un porcentaje que les sitúa como primera opción desde 2018 extendiendo así su popularidad. En base a esta estadística, destaca el mantenimiento del Grado Superior y un notable crecimiento del Grado Medio.
Según indican los expertos, este tipo de ciclos formativos son una forma eficaz y rápida de cumplir con las reclamaciones del propio mercado laboral. La llegada de nuevas tecnologías, el desarrollo de innovadores métodos y la expansión de la digitalización han hecho que más de una especialización requiera de nuevos conocimientos.
“La FP, y en especial los Ciclos Formativos de Grado Superior, permiten a los estudiantes adaptarse a las demandas del mercado a mucha velocidad. Hay un gran nivel de especialización y una mayor velocidad formativa”, indican desde LCI Barcelona, escuela de diseño y artes visuales que imparte esta formación.
La escuela especializada en diseño y artes visuales, por ejemplo, subraya la importancia que está teniendo este tipo de educación para poder abordar áreas influidas por la tecnología. “Hay mucha innovación. La Inteligencia Artificial, el Metaverso… Son conceptos que han entrado repentinamente en los procesos formativos y hay que adaptar a los estudiantes para que puedan tratarlos sin complicaciones”, subrayan. En su caso, han podido aplicar esta formación a áreas como el diseño de videojuegos o el diseño de moda, que también emplea estas herramientas.
Velocidad de cambio
Según indican los expertos en los CFGS, este tipo de formación tiene la ventaja de poder incluir en sus lecciones conceptos que han aparecido recientemente, creando procesos formativos especializados según lo requiera el mercado laboral.
Esta especialización, a su vez, da un valor añadido a quien se forma pues cumple más fielmente con las peticiones y novedades que reclamen los diferentes mercados.
Sin ir más lejos, datos obtenidos de los informes elaborados por el Centro Europeo de Desarrollo de la FP reflejan que casi el 90% de los alumnos que han pasado por la FP consideran que están satisfechos con las competencias adquiridas a lo largo del proceso educativo. Un porcentaje mucho más alto que el menos del 65% que muestran aquellos alumnos de la enseñanza general.