Espa­ña, mar­zo de 2023

La Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial se encuen­tra en cons­tan­te evo­lu­ción y, en los últi­mos meses, la aten­ción de todo el mun­do está cen­tra­da en GPT‑3. Por eso Súma­te, la agen­cia inter­na­cio­nal de mar­ke­ting onli­ne, ana­li­za este mode­lo de IA.

¿Qué es GPT‑3?
GPT‑3 (Gene­ra­ti­ve Pre-trai­ned Trans­for­mer 3) es un mode­lo de len­gua­je que emplea el apren­di­za­je pro­fun­do para ela­bo­rar tex­tos y gene­rar con­te­ni­dos que imi­tan la redac­ción huma­na. Fun­cio­na a tra­vés de machi­ne lear­ning, ofre­cien­do pre­dic­cio­nes de pala­bras según los tér­mi­nos emplea­dos con ante­rio­ri­dad, y de redes neu­ro­na­les.

GPT‑3 es la ter­ce­ra gene­ra­ción de estos mode­los de pre­dic­ción de len­gua­je dise­ña­dos por el labo­ra­to­rio de inves­ti­ga­ción de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de Ope­nAI. Está entre­na­do con 175.000 millo­nes de pará­me­tros que van en aumen­to, ya que se halla en con­ti­nuo apren­di­za­je median­te infor­ma­ción públi­ca de inter­net y millo­nes de publi­ca­cio­nes, libros, docu­men­tos y tex­tos cien­tí­fi­cos de cual­quier temá­ti­ca.

Este mode­lo se dió a cono­cer hace tres años, aun­que no ha sido has­ta aho­ra cuan­do ha alcan­za­do su pico de fama, tras lle­gar en diciem­bre al millón de usua­rios gra­cias a ChatGPT, el mode­lo lin­güís­ti­co basa­do en GPT‑3 que per­mi­te gene­rar tex­to de for­ma natu­ral y con­ver­sar con huma­nos, res­pon­dien­do a pre­gun­tas con bas­tan­te pre­ci­sión.

Dife­ren­cias entre ChatGPT y GPT‑3
Es impor­tan­te, ya que en la actua­li­dad exis­te con­fu­sión, acla­rar la dife­ren­cia entre ChatGPT y GPT‑3.

ChatGPT cuen­ta con 117 millo­nes de pará­me­tros; está entre­na­do con con­ver­sa­cio­nes y no es con­fi­gu­ra­ble. Ade­más, solo admi­te entra­das en modo chat. Se tra­ta de una herra­mien­ta fácil para cual­quier usua­rio, más ali­nea­da con el pen­sa­mien­to y valo­res huma­nos y más pre­ci­sa que GPT‑3 para su pro­pó­si­to espe­cí­fi­co.

Por otro lado, GPT‑3 cuen­ta con 175.000 millo­nes de pará­me­tros y está entre­na­do con todo tipo de con­te­ni­do. Es un mode­lo con­fi­gu­ra­ble y admi­te todo tipo de entra­das, pero es menos acce­si­ble para el usua­rio medio y más pro­pen­so a emi­tir res­pues­tas erró­neas. A pesar de ello, es más entre­na­ble.

Limi­ta­cio­nes
GPT‑3 pue­de ayu­dar a los exper­tos en mar­ke­ting digi­tal a ana­li­zar tex­tos y datos; atien­de a ins­truc­cio­nes y pre­gun­tas; crea tex­tos e inclu­so es capaz de gene­rar códi­gos y cons­truir apli­ca­cio­nes infor­má­ti­cas, entre otros muchos usos.

A pesar de sus uti­li­da­des GPT‑3 sigue tenien­do limi­ta­cio­nes, ya que aun­que pro­du­ce tex­tos cohe­ren­tes y bien redac­ta­dos en cuan­to a gra­má­ti­ca, orto­gra­fía y estruc­tu­ra, estos no tie­nen por que ser vera­ces. Por lo tan­to, es cru­cial la labor de veri­fi­ca­ción del men­sa­je por par­te de un ser humano. Ade­más, estos con­te­ni­dos pue­den ser con­si­de­ra­dos de baja cali­dad y pena­li­za­dos en su posi­cio­na­mien­to en bus­ca­do­res si se lle­va a cabo una uti­li­za­ción indis­cri­mi­na­da y sin el cono­ci­mien­to estra­té­gi­co nece­sa­rio.

Según Daniel Borre­go, socio admi­nis­tra­dor y res­pon­sa­ble de pro­duc­to de Súma­te, “este mode­lo de IA no pue­de reem­pla­zar por com­ple­to al tra­ba­jo humano. Se encuen­tra en pleno desa­rro­llo y, en oca­sio­nes, se pue­de caer en tex­tos poco pro­fe­sio­na­les en el tono, con bajo rigor o poca inves­ti­ga­ción. Por eso es nece­sa­rio el tra­ba­jo de una per­so­na que revi­se y corri­ja los con­te­ni­dos que se gene­ran.”

Se tra­ta de un mode­lo de len­gua­je que no tie­ne la capa­ci­dad de enten­der el con­tex­to cul­tu­ral o las ten­den­cias actua­les del mer­ca­do, por lo que el con­te­ni­do gene­ra­do pue­de ser menos rele­van­te o efec­ti­vo para el públi­co obje­ti­vo. Ade­más, pue­de care­cer de la capa­ci­dad de enten­der y apli­car con­cep­tos como la estra­te­gia de mar­ca, el posi­cio­na­mien­to, la pla­ni­fi­ca­ción de medios y la medi­ción de resul­ta­dos.

En defi­ni­ti­va, la IA, uti­li­za­da de mane­ra res­pon­sa­ble, pue­de ser una herra­mien­ta que apor­te gran­des faci­li­da­des a la hora de gene­rar con­te­ni­dos, pero no es un reem­pla­zo com­ple­to de las habi­li­da­des y expe­rien­cias de un pro­fe­sio­nal del mar­ke­ting, ya que estas herra­mien­tas requie­ren de un mane­jo y enten­di­mien­to pre­vios para sacar­les el mayor pro­ve­cho.

Como afir­ma Daniel Borre­go, “los huma­nos no nos que­da­re­mos fue­ra de esta revo­lu­ción, sino que ten­dre­mos la res­pon­sa­bi­li­dad de pro­gra­mar, dar ins­truc­cio­nes, obser­var y selec­cio­nar los resul­ta­dos que apor­te la IA. No nos que­da­re­mos obso­le­tos ‑aña­de- sino que nos dedi­ca­re­mos a inno­var, com­pren­der y tra­tar con otras per­so­nas inte­gran­do estas nue­vas herra­mien­tas y crean­do nue­vas for­mas de hacer todo. Nos dedi­ca­re­mos a sen­tir, deci­dir y trans­mi­tir, es decir, todo aque­llo que nos hace huma­nos.”