Espa­ña, 14 de diciem­bre de 2022.

La fle­xi­bi­li­dad for­za­da a la que nos enfren­ta­mos tras la pan­de­mia hizo que millo­nes de empre­sa­rios enten­die­ran que sus emplea­dos podían ser igual de pro­duc­ti­vos, o inclu­so más, al tener la posi­bi­li­dad de tra­ba­jar como, don­de y cuan­do quie­ran, dan­do prio­ri­dad al bien­es­tar per­so­nal. Recien­te­men­te, el Minis­te­rio de Indus­tria y Comer­cio anun­ció que dará has­ta 150.000 euros a las pymes que implan­ten la sema­na labo­ral de 4 días, con el obje­ti­vo de mejo­rar la pro­duc­ti­vi­dad, la con­ci­lia­ción labo­ral, la igual­dad de opor­tu­ni­da­des y la salud físi­ca y men­tal de los tra­ba­ja­do­res.

Según un estu­dio rea­li­za­do por Regus, una de las fir­mas de la com­pa­ñía líder mun­dial de espa­cios de tra­ba­jo híbri­do IWG, el 55% de los tra­ba­ja­do­res de la Gene­ra­ción Z, aque­llos naci­dos entre 1997 y 2015, espe­ra que la sema­na de cua­tro días se con­vier­ta en la nor­ma.

Por otro lado, con la fle­xi­bi­li­dad como prio­ri­dad, la inves­ti­ga­ción reve­ló que el 85% de los tra­ba­ja­do­res de la Gene­ra­ción Z quie­re una ofi­ci­na cer­ca de casa. De igual for­ma, más de la mitad (51%) quie­re poder tra­ba­jar des­de su domi­ci­lio, mien­tras que sólo una cuar­ta par­te (25%) afir­ma que es impor­tan­te tener una ofi­ci­na gran­de en el cen­tro de la ciu­dad. Ade­más, a más de un ter­cio (38%) le gus­ta­ría tener un hora­rio fle­xi­ble, y el 43% esta­ble­ce que deja­ría un tra­ba­jo si este no ofre­cie­ra un buen equi­li­brio entre vida per­so­nal y labo­ral.

Aun­que un mode­lo híbri­do es cla­ve para los tra­ba­ja­do­res de la “Gen Z”, estos no están dis­pues­tos a com­pro­me­ter el sala­rio o la pro­gre­sión pro­fe­sio­nal para con­se­guir­la. De acuer­do con el estu­dio de Regus, el sala­rio es el fac­tor más impor­tan­te (73%) a la hora de acep­tar un nue­vo pues­to, segui­do de las opor­tu­ni­da­des de pro­mo­ción (54%). La remu­ne­ra­ción insu­fi­cien­te fue la prin­ci­pal razón para dejar un tra­ba­jo (53%), mien­tras que la fal­ta de pro­gre­sión tam­bién estu­vo entre las tres pri­me­ras (41%).

Mark Dixon, fun­da­dor y CEO de IWG comen­tó que: “Se aca­ba­ron los días en los que el per­so­nal más joven acep­ta­ba fácil­men­te los lar­gos des­pla­za­mien­tos al tra­ba­jo. Esto no supo­ne una gene­ra­ción que tra­ba­je neta­men­te des­de casa, de hecho, los datos mues­tran cla­ra­men­te que la gene­ra­ción Z valo­ra el tiem­po en la ofi­ci­na para apren­der y cola­bo­rar. Pero, las empre­sas debe­rían pen­sar en los luga­res de tra­ba­jo que pue­den ofre­cer para evi­tar des­pla­za­mien­tos y al mis­mo tiem­po atraer el talen­to.” El eje­cu­ti­vo con­clu­ye que: “La pan­de­mia ya ha ace­le­ra­do las ten­den­cias del tra­ba­jo híbri­do, y con la pró­xi­ma cohor­te de líde­res empre­sa­ria­les que sur­gi­rá de la Gene­ra­ción Z, este mode­lo labo­ral ha lle­ga­do para que­dar­se”.