José Ramón Luna Cer­dán

La ven­ta siem­pre ha sido una acti­vi­dad muy diná­mi­ca. La rapi­dez de res­pues­ta, la fle­xi­bi­li­dad o la crea­ti­vi­dad han sido ingre­dien­tes siem­pre pre­sen­tes en las tran­sac­cio­nes comer­cia­les. La lucha por con­se­guir el clien­te ha exi­gi­do siem­pre lo mejor por par­te de los ven­de­do­res pro­fe­sio­na­les.

Con la lle­ga­da de la tec­no­lo­gía, ya va hacien­do muchos años, el entorno de las ven­tas se ha vuel­to aún más rápi­do, más ver­ti­gi­no­so. Los clien­tes saben cada vez más o, al menos, cuen­tan con muchí­si­ma infor­ma­ción antes de com­prar. Con la tec­no­lo­gía han apa­re­ci­do for­mas de ven­ta que han ido des­pla­zan­do poco a poco a la ven­ta tra­di­cio­nal, sobre todo en algu­nas cate­go­rías de pro­duc­tos y ser­vi­cios. Inter­net es el rey en todas las fases del pro­ce­so de ven­ta.

Las per­so­nas con­se­gui­mos infor­ma­ción muy deta­lla­da por inter­net antes de com­prar, las redes socia­les se han con­ver­ti­do en el pun­to de encuen­tro de los con­su­mi­do­res, la faci­li­dad de com­pra y la inme­dia­tez se han vuel­to requi­si­tos indis­pen­sa­bles y los pre­cios se han redu­ci­do en muchos casos al ven­der por inter­net.

Este con­tex­to, cla­ro expo­nen­te del avan­ce eco­nó­mi­co, ha supues­to la apa­ri­ción de nue­vos retos para las redes tra­di­cio­na­les de ven­ta. Los agen­tes comer­cia­les, ven­de­do­res, agen­tes de segu­ros, eje­cu­ti­vos de cuen­ta, visi­ta­do­res, repre­sen­tan­tes y demás figu­ras inte­gran­tes del canal tra­di­cio­nal, se han vis­to inmer­sos en un pro­ce­so de selec­ción cuyo resul­ta­do final es la des­apa­ri­ción o el man­te­ni­mien­to en el mer­ca­do.

Sobre­vi­vir en este entorno impli­ca com­pe­tir tan­to den­tro del pro­pio canal (fren­te al res­to de ven­de­do­res) como con el res­to de cana­les (telé­fono, inter­net). Para com­pe­tir resul­ta nece­sa­rio más que nun­ca apor­tar un valor per­ci­bi­do para el clien­te. Solo si el clien­te entien­de que gana algo dife­ren­cial com­pran­do a un comer­cial lo hará, si no es así, ¿para qué nece­si­ta un ven­de­dor?.

Los ven­de­do­res tene­mos que sor­pren­der, apor­tar solu­cio­nes que el clien­te no es capaz de encon­trar por él mis­mo. Esta es la cla­ve de la super­vi­ven­cia. Y esto impli­ca saber, poder y que­rer hacer­lo. El reci­cla­je con­ti­nua­do para adap­tar­se al cam­bio con rapi­dez y gene­rar pro­pues­tas crea­ti­vas de valor dife­ren­cial es una asig­na­tu­ra obli­ga­to­ria para el actual pro­fe­sio­nal de la ven­ta.

Dedi­car par­te del tiem­po al reci­cla­je y el apren­di­za­je en todas las áreas que rodean a la fun­ción comer­cial es un fac­tor crí­ti­co. Y no vale con espe­rar a que “nos for­me la empre­sa”. Nues­tro futu­ro, nues­tra pro­fe­sión, nues­tra vida depen­de de noso­tros.

Sin embar­go, la for­ma­ción y el entre­na­mien­to requie­ren tiem­po y dis­ci­pli­na. Con­tar con la infor­ma­ción real­men­te nece­sa­ria y apro­ve­char al máxi­mo el tiem­po que dedi­que­mos al entre­na­mien­to es un ele­men­to de extre­ma­da impor­tan­cia en el pro­ce­so de cre­ci­mien­to como comer­cia­les.

Todo lo que faci­li­te esa tarea con­tri­bu­ye posi­ti­va­men­te al desa­rro­llo y, por tan­to, al futu­ro de un canal que, des­de mi pun­to de vis­ta, con­ti­nua sien­do muy valio­so en los pro­ce­sos de com­pra.

José Ramón Luna Cer­dán
Socio Direc­tor
http://www.desafiocoaching.com/
jrluna@desafiocoaching.com
Face­bookLin­ked InTwit­terXing